El espectáculo que nos ofrecen los ciervos macho es digno de contemplar y de escuchar.
La quietud de la mañana y la tranquilidad de los atardeceres en los bonitos parajes de las montañas de la sierra bastetana en época de berrea cuentan con un atractivo especial.
La berrea suele durar algo más de un mes (entre septiembre y octubre). Los machos braman ya para hacerse con un harén de hembras que dentro de ocho meses parirán a sus crías.
Para poder observar y oír la berrea dónde los ciervos pelean con las cornamentas, uno ha de trasladarse a zonas de Narváez-La Canaleja alta, El Raposo, la zona de Los Gómez, el Cerro de la Virgen, la zona del Cortijo de Santaolalla y Medina, en la parte más baja o en las proximidades del bosque de los Álamos Centenarios son buenos rincones para asistir al cortejo de bramidos y choque de cornamentas.
En todas estas excursiones es recomendable camuflarse bien para no espantar a los ciervos. Al espectáculo de los bramidos las mejores horas son a primera de la mañana o última de la noche, se suma el del choque de cornamentas, un ritual digno de contemplar. En estas escapadas es imprescindible ir acompañado de prismáticos, ropa cómoda y ganas de disfrutar de la naturaleza.
